
MINDFULNESS
Sanando desde el presente
Una práctica consciente, compasiva y segura para acompañar procesos de sanación profunda.
Mindfulness y trauma.
El mindfulness ha demostrado ser una herramienta poderosa para la salud mental.
Pero cuando hablamos de trauma psicológico, necesita aplicarse desde un enfoque diferente, más cuidadoso.
Lejos de las soluciones rápidas, el mindfulness sensible al trauma es una vía real hacia la reconexión.
El trauma psicológico, ya sea producto de abusos, negligencia, violencia o eventos inesperados, altera significativamente la manera en que una persona experimenta el mundo.
Como explica Bessel van der Kolk (2014) en The Body Keeps the Score, el trauma “se instala en el cuerpo” y deja a la persona en un estado de alerta constante, muchas veces desconectada de sus propias sensaciones físicas.
Esto explica por qué muchas personas con trauma tienden a vivir en un estado de disociación, hipervigilancia o reactividad emocional. En este contexto, invitar a “estar en el presente” puede parecer imposible, o incluso amenazante.
Por eso es necesario un enfoque que tenga en cuenta esta vulnerabilidad: el mindfulness sensible al trauma.
¿Qué es Mindfulness informado por el trauma?
No se trata solo de “meditar”. Se trata de crear condiciones internas y externas que nos permitan sentirnos lo suficientemente seguros como para estar en el presente.
Beneficios del Mindfulness enfocado en trauma:
Sentido de seguridad
Reconecta con tu cuerpo sin miedo, observando sin juzgar.
Regulación emocional
Reduce la reactividad emocional y observa tus emociones sin ser arrastrado por ellas.
Anclaje al presente
Entrena la atención para no quedar atrapado en el pasado o la ansiedad anticipatoria.
Autocompasión
Desarrolla una relación más amable contigo mismo.
No todo Minfulness es terapéutico.
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No todo Minfulness es terapéutico. ⋆
Algunas prácticas de mindfulness —como centrarte en la respiración o en el cuerpo— pueden ser desencadenantes si no se aplican con cuidado.
Por eso, es fundamental contar con acompañamiento profesional especializado en trauma.
Sanar no es olvidar.
Es aprender a vivir con lo que pasó desde un lugar más consciente, más presente, y con más compasión hacia ti.
El mindfulness, practicado con sensibilidad, puede ser ese camino.