TRAUMA

EMDR ha sido reconocido como un tratamiento eficaz para el trauma en sus diversas formas, y comprender las diferencias entre trauma simple y complejo es fundamental para un enfoque terapéutico adecuado. Este artículo explora esas diferencias, enmarcándolas desde una perspectiva EMDR, y se apoya en las investigaciones más recientes sobre el tema.

Es una experiencia profundamente perturbadora.

  • Sin toma de conciencia no hay nada, ni siquiera el conocimiento de la nada.

    _ Fritz Perls

  • El pasado sólo es visto a través de nuestros ojos secuestrados por el presente.

    _ Fritz Perls

  • Si uno se siente perseguido por un ogro y se convierte en el ogro, la pesadilla desaparece.

    _ Fritz Perls

  • Al no vivenciar necesidades e impulsos, la autorregulación organísmica se deteriora, necesitando confiar en regulaciones moralistas.

    _ Fritz Perls

Existen diversas formas de trauma, las cuales se clasifican de acuerdo con su naturaleza, la duración de la exposición y sus efectos sobre el individuo. Entre estas, se destacan el trauma simple y el trauma complejo

Diferencias clave entre Trauma Simple y Complejo desde la Perspectiva EMDR

trauma simple

Un evento único o limitado en el tiempo

Afecta principalmente la memoria y las emociones relacionadas con el evento específico.

El tratamiento se centra en la reactivación y procesamiento de memorias específicas, con una intervención relativamente directa.

Los síntomas suelen ser específicos y limitados a la experiencia del trauma, como pesadillas, flashbacks y reacciones emocionales intensas.

trauma complejo

Exposición continua o repetida a traumas, generalmente en etapas tempranas de la vida.

Afecta la identidad global, las relaciones interpersonales y la capacidad para regular las emociones, siendo más profundo y generalizado.

Requiere una fase de estabilización y fortalecimiento de recursos antes de abordar los recuerdos traumáticos, lo que implica un enfoque más gradual y más cuidadoso en la estimulación bilateral.

A menudo involucra una variedad de síntomas, incluidos trastornos disociativos, problemas de vinculación, disfunciones emocionales y trastornos de la personalidad.

TRAUMA

SIMPLE

El trauma simple generalmente se refiere a un evento aislado que causa una reacción traumática en la persona. Este tipo de trauma suele ser una experiencia única o de corta duración, como un accidente, un robo, un abuso puntual o un desastre natural. En este tipo de trauma, la persona puede experimentar síntomas típicos de estrés postraumático (TEPT), como flashbacks, pesadillas, ansiedad o evitación de recuerdos asociados al evento.

Desde la perspectiva de EMDR, el trauma simple se puede abordar con una intervención relativamente directa. El enfoque terapéutico se centra en la reactivación del sistema de procesamiento de la información del cerebro, utilizando la estimulación bilateral (por medio de movimientos oculares, toques o sonidos alternados) para ayudar a la persona a procesar y reorganizar las memorias traumáticas, reduciendo así la intensidad emocional asociada a ellas.

TRAUMA

COMPLEJO

El trauma complejo, por otro lado, se refiere a la exposición prolongada o repetida a eventos traumáticos, generalmente ocurridos durante períodos sensibles del desarrollo, como la infancia.

Estos traumas suelen ser el resultado de abusos o negligencia continuos, violencia doméstica, exposición a conflictos bélicos o privación emocional crónica.

A diferencia del trauma simple, el trauma complejo no solo involucra una serie de recuerdos dolorosos, sino que afecta profundamente el sentido de uno mismo, las relaciones interpersonales y la capacidad para regular las emociones.

Las personas con trauma complejo a menudo luchan con una serie de dificultades adicionales, como una baja autoestima, un sentimiento persistente de desesperanza, problemas de vinculación emocional, disociación y dificultades para confiar en los demás.

Este tipo de trauma también está estrechamente asociado con trastornos disociativos y de personalidad.

En términos de EMDR:

En términos de EMDR, tratar el trauma complejo requiere una intervención más compleja y estructurada.

A menudo, los terapeutas deben trabajar primero en la estabilización emocional y la construcción de recursos antes de abordar los recuerdos traumáticos en sí mismos.

La terapia debe ser adaptada a las necesidades particulares de la persona, y el proceso de desensibilización puede ser más largo, con un enfoque en la integración de diferentes aspectos del trauma que abarcan tanto la memoria como las percepciones negativas sobre uno mismo y el mundo.

Enfoques Terapéuticos en EMDR para el Trauma Complejo

La intervención en EMDR para trauma complejo se caracteriza por su flexibilidad y adaptación a las necesidades del cliente. Algunos enfoques clave incluyen:

  • Antes de abordar los recuerdos traumáticos, los terapeutas EMDR trabajan en ayudar a la persona a desarrollar herramientas para manejar el estrés y las emociones intensas. Esto incluye el uso de imágenes positivas, recursos internos de autocuidado y técnicas para reducir la ansiedad y la disociación.

  • En lugar de abordar de inmediato los recuerdos traumáticos centrales, la terapia puede comenzar con eventos menos perturbadores o con elementos que sean menos activadores emocionalmente, avanzando hacia los recuerdos más dolorosos a medida que el paciente se siente preparado.

  • El trauma complejo afecta la percepción que la persona tiene de sí misma, por lo que un objetivo del tratamiento EMDR es cambiar las creencias negativas que se han formado a raíz de la exposición repetida al trauma, tales como "no soy valioso" o "no puedo confiar en nadie".

  • Las personas con trauma complejo a menudo tienen dificultades para integrar diferentes aspectos de su experiencia. El trabajo en EMDR implica permitir que las personas conecten las distintas partes de su experiencia traumática, facilitando una mayor coherencia y un sentido de integridad.

Investigaciones Recientes y Avances en EMDR

Diversos estudios han corroborado la eficacia de EMDR para tratar tanto el trauma simple como el complejo.

  • Investigaciones recientes indican que la estimulación bilateral no solo ayuda a procesar recuerdos traumáticos, sino que también facilita la integración de la memoria traumática en el contexto de la identidad personal.

    Un estudio de 2023 revisó el impacto de EMDR en personas con trastornos disociativos (a menudo asociados con trauma complejo) y demostró mejoras significativas en la integración del yo y la reducción de los síntomas disociativos.

  • Otro avance relevante en la investigación de EMDR es el uso de la neurociencia para explicar cómo la estimulación bilateral puede facilitar la "reconsolidación" de la memoria, lo que resulta en una disminución de la activación emocional asociada con los recuerdos traumáticos.

    Esto es crucial, ya que las personas con trauma complejo suelen tener una mayor carga emocional y una mayor disfunción en la regulación emocional, lo que hace que su tratamiento sea más desafiante.

Entender la diferencia entre trauma simple y complejo

es esencial para un tratamiento efectivo

CONCLUSIÓN

Entender la diferencia entre trauma simple y complejo es esencial para un tratamiento efectivo, y EMDR ofrece un enfoque flexible y adaptable para abordar ambas formas de trauma.

Mientras que el trauma simple se puede tratar con una intervención directa, el trauma complejo requiere un proceso más prolongado y multifacético que aborde tanto las memorias traumáticas como las creencias y patrones disfuncionales asociados.

Con la evidencia en crecimiento que respalda la eficacia de EMDR, especialmente en el tratamiento de traumas complejos, se sigue demostrando que la desensibilización y el reprocesamiento por movimiento ocular es una herramienta poderosa para la sanación y la restauración emocional.

  • Todo empieza con una idea. Tal vez quieras comenzar un negocio o convertir un pasatiempo en algo más.

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Conclusión

Entender la diferencia entre trauma simple y complejo es esencial para un tratamiento efectivo, y EMDR ofrece un enfoque flexible y adaptable para abordar ambas formas de trauma. Mientras que el trauma simple se puede tratar con una intervención directa, el trauma complejo requiere un proceso más prolongado y multifacético que aborde tanto las memorias traumáticas como las creencias y patrones disfuncionales asociados. Con la evidencia en crecimiento que respalda la eficacia de EMDR, especialmente en el tratamiento de traumas complejos, se sigue demostrando que la desensibilización y el reprocesamiento por movimiento ocular es una herramienta poderosa para la sanación y la restauración emocional.

Referencias:

Shapiro, F. (2018). EMDR: La Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular. Ediciones Pirámide.

Van der Kolk, B. (2014). El Cuerpo Lleva la Cuenta: Cerebro, Mente y Cuerpo en la Sanación del Trauma. Editorial Kairós.

Lee, C. W., & Cuijpers, P. (2023). "The Effectiveness of EMDR Therapy in Complex PTSD: A Meta-Analysis." Journal of Traumatic Stress, 36(4), 642-653.

Malchiodi, C. A. (2022). Trauma and Expressive Arts Therapy: Brain, Body, and Imagination in the Healing Process. Norton & Company.

 ¿Qué es?. En general.


Durante las últimas décadas el estudio del trauma ha avanzado a pasos agigantados, lo que ha generado un gran nicho de publicaciones y nuevos puntos de vista. Lo cuál está haciendo que podamos visibilizar y sensibilizarnos frente a este tema. Las redes sociales están llenas de publicaciones. Muchas de ellas con información muy útil y contrastada, pero también encontramos mucha otra información sin fuentes fiables que hacen que ahora el término trauma se esté utilizando de manera masiva e indiscriminada.


Cuando vivimos una situación difícil, dolorosa que sobrepasa nuestra capacidad de afrontamiento, provoca unos efectos en nuestro sistema nervioso y nuestra vida diaria. Incluso aunque hayamos logrado salir “airosos/vivos” de esa situación. Esto es lo que entendemos por trauma. Así aunque ya no estemos en peligro nuestro sistema nervioso no parará de avisarnos o de intentar procesar el evento. (Baita, 2019).


Por ejemplo: Un niño al que un perro muerde cuando tiene 5 años, lo que provoca que tenga mucho mucho miedo en esa situación y mucho dolor físico. El niño sigue vivo y sus heridas físicas se han curado. Sin embargo, años después cada vez que ve un perro o escucha un ladrido entra en un estado de miedo irracional y tiene que irse. Aún sabiendo que los perros en su gran mayoría no hacen daño a los humanos. Su sistema nervioso de activa frente a este disparador. Es decir le avisa de que está en peligro, porque relaciona ver un perro o oír sus ladridos con el mordisco que recibió y el miedo que pasó. Al valorar esta situación como peligro se va para que el sistema pueda volver a sentir que está a salvo. Esto provoca una interferencia en la vida de la persona ya que vivimos en un mundo en el que hay perros en muchos lugares.


Sandra Baita en su libro “Rompecabezas” propone que el trauma no es el evento en sí sino las consecuencias, pero hay ciertas situaciones que tienen mayor potencial de provocar un trauma en el niño:


  • Guerras, ataques terroristas, violencia ambiental continua que provoca que los niños o adolescentes tenga que estar en una alerta continua.

  • Tratamientos médicos de larga duración o muy intrusivos a edades tempranas.

  • Catástrofes o fenómeno meteorológicos extremos, que generan que los niños sientan que su vida está en peligro.

  • Sufrir o ser testigo de accidentes en los que la vida propia o de un ser querido corre peligro.

  • Violencia dentro del hogar contra el niño o niña en concreto o violencia vicaria. Ser testigo de maltrato.

  • La separación repetita y/o prolongada de los cuidadores de referencia.

  • Violencia entre iguales como bullying, pertenencia a una banda….


Además también explica cómo cada vez hay más acuerdo en la ampliación del rango que experiencias que son potencialmente traumatizantes en la infancia. Eventos como cambios de casa o colegio, divorcio de los padres (sobre todo antes de los 7 años), migraciones… provocar sintomatología ansiosa, retraimiento, tristeza, angustia ….Aquí también es importante tener en cuenta que no todas las personas expuestas a una situación potencialmente traumática desarrollarán sintomatología.


También vemos importante diferenciar entre el trauma simple que se trataría de niños/as que han sufrido un único evento, como un accidente por ejemplo. Y los niños/as que han sufrido eventos de manera repetida y durante una período de tiempo, por ejemplo un niño/a que está sufriendo malos tratos en su casa de manera repetida. Esto lo llamaremos trauma complejo. 


Hay síntomas que pueden ser comunes en ambos casos, pero también se observan diferencias.Por lo general mayor cantidad de eventos, más frecuencias, más duración y menor edad. Mayor gravedad en la sintomatología. O lo que es lo mismo y un niño con 7 años sufre abuso sexual por un familiar cercano desde los 3 y bullying en el colegio, va tener síntomas diferentes y de mayor gravedad que un niño de 11 años que tiene un accidente de coche grave del que sale ileso. (Silverg, 2019).


Las consecuencias del trauma temprano o complejo son muy diversas y dependen de muchos factores como el entorno familiar, los recursos personales… Nosotras vamos a exponer las seis áreas afectadas en los niños que han sufrido trauma temprano, propuestas por Herman (1992): 

  • La regulación afectiva: la capacidad que tiene el niño/a para gestionar sus emociones propias y las de los demás.

  • La conciencia: Alteración en la percepción de lo que entendemos como saciedad que está bien y que está mal a nivel moral.

  • La percepción de sí mismo: generalmente un alteración en la que el niño/a tiene una percepción negativa y/o desagradable de sí mismo/a. “soy malo/a”, “soy culpable”...

  • La percepción del autor de los hechos: el perpetrador no se visualiza como negativo al menos no de manera “completa”.

  • Las relaciones: la manera de relacionarse de los niños/as se ve alterada emitiendo conductas disfuncionales que impiden que se puedan relacionar eficazmente. Pegar, hipersexualización, estar ausentes, bajar…

  • El significado de lo sucedido también se ve alterado.


Uno de los síntomas más habituales en los niños/as es la bajada del rendimiento escolar o el mal comportamiento en el entorno escolar. Y es que cuando nuestro cerebro está en alerta no está al 100 por 100 de su capacidad. Ya que su misión es mantener al niño “vivo”. Y es que el cerebro o sistema nervioso no entiende de grises, cuando un evento sobrepasa la capacidad del niño se recibe cómo peligro a la vida. Sobre todo cuando se trata de una invasión personal (agresión sexual, maltrato físico o psicológico) o de negligencia. Y es que los niños vienen programados cuando nacen para saber que necesitan del otro para sobrevivir. Necesitan no solo alimento sino cuidados. (Cortés, 2017).